Vivimos en una sociedad donde se han impuesto una serie de convencionalismos,
donde si no los cumples puede parecer que no eres de este mundo.
Esto ha pasado también en el hogar, y más precisamente en la
cocina.
Para algunos puede suponer una difícil tarea tener que
familiarizarse con tecnicismos y nuevos “cacharros”; para otros, un gozo poder
disfrutar descubriendo y aprovechando las ventajas que cada uno de ellos
ofrecen.
Pero bueno, es cuestión de acostumbrarse.
A nuestros ancestros les parecerían raras las lavadoras (sí,
sé que también a algunos le siguen pareciendo raras a día de hoy), pero tenemos
que comprender que conociéndolas nos han otorgado una cantidad de beneficios
que es imposible de enumerar en una sola entrada.
Por otro lado, tampoco es bueno depender exclusivamente de
estos aparatos.
Quiero decir, tenemos que intentar ser independientes del
pasado, pero no dependientes del futuro, y en este caso de la tecnología.
En estos días, son muchos los jóvenes que no se despegan de
su teléfono móvil y pasan horas conectados a Internet. ¿Significa que los
móviles o la Red sean perjudiciales? No, pero tampoco deben convertirse en un
modo de vida.
En esta serie de entradas analizaremos cada revolución
tecnológica en el particular ámbito de la cocina y del hogar.
Conoceremos la historia desde los robots aspiradores hasta el robot de cocina, y veremos su estrecha vinculación con otros aparatos también
muy conocidos, como los exprimidores o la sandwichera.
En resumen, el “pequeño electrodoméstico” será el
protagonista de este blog en las próximas semanas.
Además de analizar en detalle alguno de estos pequeños
grandes electrodomésticos, también realizaremos una recomendación de cada modelo
o marca, dirigido especialmente al usuario medio. Es decir, aquel usuario
perteneciente al 90% de la población.
Por lo que si eres un
usuario frecuente de estos aparatos, o estás interesándote por el mundo de esta
tecnología, te sugiero que no pierdas de vista este blog.
¡Adéntrate!
No hay comentarios:
Publicar un comentario